ELECCIONES MUNICIPALES (1840-1890)
Fecha de publicación: Jan 29, 2015 10:6:28 AM
Durante este medio siglo de elecciones hubo dos modelos básicos de administración: el autóctono según usos y costumbres y el estatal derivado del poder Central.
Desde 1840 hasta las primeras elecciones de 1846, el pueblo estaba dividido en cuadrillas: Mimetiz, Allendelagua, Baldeaedo (Otxaran) y Terreros (La Herrera). Para determinar el orden de votación se introducían las cuatro papeletas en una cántara y se sacaban de una en una "por un niño de tierna edad". Los electores de las respectivas cuadrillas se trasladaban a la sacristía de la iglesia, donde constituían la mesa. Posteriormente, se ponía la lista nominal de los que podían votar y entregaban las papeletas al Sr. Presidente, con los nombres de los candidatos, quien las depositaba en la urna. Finalizada la votación y realizado el escrutinio, se levantaba acta y se quemaban las papeletas en presencia del público.
En los tres primeros años, de 1840 a 1842, las elecciones se celebraron el 31 de diciembre y se tomaba posesión de los cargos el 1 de enero. Cada mandato duraba 1 año, pero en 1843 la elección se hizo en febrero y los mandatarios elegidos permanecieron en el poder durante 14 meses.
Cántara electoral similar a las que se usaban en aquella época
Antes de 1845 no existe una documentación expresa que indique los condicionantes para ser elector o elegible. Será a partir de ese año cuando aparezcan las primeras reglamentaciones: ser vecino del municipio, pagar las cuotas de contribución, ser mayor de 25 años y ejercer una profesión liberal. Las personas propuestas para alcalde o síndico debían saber leer y escribir, aunque no era imprescindible y no podían ser mayores de sesenta años, estar impedidas físicamente, tener cargo eclesiástico o ser funcionario público.
El Gobierno intentó intervenir en el proceso directamente con la promulgación de la Ley de 8 de enero de 1845 de Organización y Atribuciones de los Ayuntamientos de Ámbito Nacional, aunque no fue acatada por los concejales de entonces. Tras esta controversia, en las elecciones de noviembre de 1847 se volvió a la normalidad, salvo que la permanencia en los cargos fue por un
período de 2 años.
Los lugares elegidos para el proceso fueron variando con el tiempo. Hasta 1846 la elección comenzaba en la sala de ayuntamiento, posteriormente una serie de representantes (electores, alcalde, síndico, regidor y secretario) pasaban a deliberar a la sacristía de la iglesia parroquial, finalizando el proceso en la sala consistorial. A partir de 1846 se eliminó el paso por la sacristía, realizándose
todo el proceso en la sala consistorial. En 1872, dicha sala hizo solamente de centro escrutador, realizándose las votaciones en tres colegios distintos, correspondientes a los tres distritos en los que fue dividido el municipio: 1 Mimetiz con parte de Allendelagua, 2 parte de Allendelagua con parte de Terreros, 3 Baldeaedo con parte de Terreros. Esta división se realizó con la
finalidad de descentralizar la votación, facilitar el acceso de los votantes a las urnas y conseguir una mayor participación.
En las elecciones de 1876 se dieron varias reclamaciones y protestas a consecuencia de las irregularidades habidas, siendo la más importante la de que el alcalde elegido era analfabeto. El corregidor de Bizkaia declaró nula la elección por decreto, efectuándose posteriormente las elecciones de nuevo.
Durante aquellas décadas, Zalla tenía escasa importancia en Bizkaia, dándose el caso general de que siempre eran los mismos personajes masculinos los que monopolizaban los cargos municipales y el ejercicio del funcionariado; quedando las mujeres al margen del proceso electoral. Además, la posesión de bienes y tierras determinaba la pertenencia a una u otra categoría social. Los que más pagaban fiscalmente eran los que accedían a ser electores y elegibles, que junto a los que poseían "Capacidades de profesión" configuraban el grupo de los caciques locales.