Casi todos los municipios cuentan con un lugar especial, un corazón, un lugar de tránsito y encuentro de sus gentes. Durante muchos años y hasta hace poco más de cincuenta, Mimetiz contaba claramente con ese punto neurálgico, ese "Km. 0" simbólicamente hablando, que lo indicaba un singular árbol, conocido por todos como "El Tilo". Situado en el espacio urbano de Mimetiz, cerca de la antigua casa consistorial, a ojos vista de la parroquia de San Miguel y la plaza del kiosko de música, había arraigado, crecido y desarrollado este árbol de sombra fresca que cumplía, entre otras, la gran función natural de protección ante el sol y el especial atractivo de poder reunirnos bajo su copa para conversar plácidamente entre amigos. Seguramente muchos de nuestros vecinos recordarán su gran porte, sus diminutas flores que despedían un delicioso aroma durante los meses de junio y julio, su verde intenso y su color amarillo en función de la estación y les llevará a los felices días de la infancia y juventud. Imaginarán aún largas reuniones de nuestros mayores, ratos de conversación sin prisas, tratos en tiempos de ferias de las hermandades para subastar el ganado o discusiones sobre los partidos de fútbol del Zalla U.C. "El Tilo" había arraigado con fuerza justo en el vértice de la plazoleta, en el punto en que se bifurcaba la carretera más importante de Zalla y donde, mediante carteles, se indicaba, tal como hoy, la dirección a tomar: Otxaran o Balmaseda y demás. Cierto día, "El Tilo" desapareció del lugar. Tenía los días contados, tal vez porque su tronco se mostraba seco o a sabiendas de que su espacio vacío resultaba en este caso "más atractivo" para colocar una farola y una pequeña fuente de hierro fundido. Fue el 1 de agosto de 1961, día de triste recuerdo, cuando nuestro querido tilo fue talado y llevado a un taller de Balmaseda para hacer tablazón. Surgió de inmediato una canción popular que las cuadrillas interpretaban con devoción cuando la ocasión pintaba, fuese en la calle o en las tabernas del barrio; acompañados eso sí, de amistad y buenos txikitos. Esta popular canción ha perdurado hasta nuestros días. Ya vienen, ya vienen, ya vienen, los que el tilo han de cortar, unos dicen que está estorbando y otros dicen que se va a secar. El tilo, el tilo, el tilo el tilo nos lo han cortao y dicen que a Balmaseda Constantino se lo ha llevao. Día primero de agosto fecha de recordación cuando cortaron el tilo sufrió más de un corazón. Tilo relevao por la farola rumores de una fuente con agua a todas horas hay una barrera enfrente y una acera acanalada. Mientras su tronco inerte descansa sobre un jardín en Balmaseda sierran todos tus restos hasta tu fin. Viejo tilo que a todo el pueblo de Zalla tu supiste conquistar. Viejo tilo a las personas más duras las hiciste tú llorar. Viejo tilo, perdona si al recordarte se me escapa un lagrimón pues tanta pena me has dao que es un beso prolongao que te da mi corazóoooooon. ( A. C.) A día de hoy, "El Tilo", plantado el 17 de diciembre de 2013, vuelve a presidir el núcleo de Mimetiz, en un intento de conjugar nuestras raíces con los "nuevos tiempos", rememorando aquella estampa de antaño en un Zalla del siglo XXI. |
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